martes, 30 de septiembre de 2014

El inconformismo contemporáneo y la innovación

       Vivimos en una sociedad preestablecida, donde los prejuicios encauzan nuestros actos de manera inconsciente. No nos preguntamos si lo que estamos haciendo es lo que de verdad queremos o simplemente inercia, la llamada “sociedad de borregos”. Incluso dándonos cuenta de ello, nos conformamos con la comodidad de aceptar ese comportamiento a tener que enfrentarnos a la reacción de una sociedad regida por unos moldes, de los cuales salir supone poner en peligro nuestro futuro bienestar.

           Sin embargo, hoy en día se está produciendo un nuevo fenómeno: nos estamos volviendo inconformistas. Queremos salir de lo cotidiano, romper barreras. Queremos despertar de ese estado de letargo y marcar la diferencia, crear nuestros propios moldes. En este contexto de experimentación la sociedad está comenzando a arriesgarse, buscando un cambio radical en la conducta que ha tenido hasta ahora, sin importar las consecuencias. Queremos innovar, queremos descubrir cosas que antes no habíamos planteado y explotarlas al máximo.

           Esto es a lo que Andrés Jaque nos está llamando: “aventurarse en lo desconocido es lo relevante”. Nos llama al progreso. A realizar pequeños cambios en nuestra vida cotidiana, asociarnos con personas con ideas diferentes, explorar nuevas dinámicas de trabajo…en los pequeños actos es dónde tiene lugar esa relevancia. Construir así lo que él llama “la sociedad contemporánea”.


          Esto se ve reflejado en la Fray Foam Home. Con ella, Jaque pretende abrir los ojos a la gente, presentando la realidad en la que hemos vivido hasta ahora, en la que solo nos importaban los actos inmediatos sin querer ver las posibilidades que escondían, para darnos cuenta de que lo establecido no siempre es lo mejor. Simplemente es lo que la sociedad nos presenta de ese modo. Una vez conscientes de esta realidad seremos capaces de ver el verdadero potencial de las cosas. Por ejemplo, los productos que ofrece IKEA tienen unos usos preestablecidos, los cuales siempre hemos aceptado. Es ahora, cuando la creatividad está en auge, cuando descubrimos que podemos darle una serie de utilidades igualmente válidas. Esta idea es la que propone en IKEA Disobedients, dónde un grupo de personas utiliza estos productos cotidianos de forma novedosa y a su vez resulta eficaz.